17.8.12

Barcelona veta desde hoy la prostitución en la calle

Barcelona veta desde hoy la prostitución en la calle:
El veto a la prostitución callejera en Barcelona, aprobado por CiU y PP en el último pleno del Ayuntamiento, ha entrado hoy en vigor. La Guardia Urbana no ha reportado ninguna incidencia y de hecho el acalde Xavier Trias (CiU) explicó ayer que no se multará hasta septiembre. Por lo pronto, según un portavoz del Ayuntamiento, se informará tanto a clientes como a trabajadoras sexuales del cambio normativo, que deroga el preaviso y endurece las multas a los clientes. Sin embargo, varias prostitutas consultadas por este diario aseguran desconocer el detalle de la nueva ordenanza. Otras lamentan que el cambio las marginará.
Esta madrugada, el panorama de la parte baja de La Rambla y la calle de Robadors, dos de los sitios que concentran esta actividad en la capital catalana, era el mismo de cualquier otro día. A la salida de los sex shops, varios grupos de mujeres y transexuales coqueteaban con los turistas que a esa hora caminaban por la calle. Algunas, más atrevidas, no dudaban en tocarles la entrepierna entre susurros de “papi” y “hola guapo”. “Los últimos días todo ha sido igual, a mí nadie me ha explicado qué pasará ahora con lo del cambio”, aseguraba Maria, rumana, con una lata de bebida energizante en la mano.
La nueva normativa establece que se podrá multar al “cliente potencial”, es decir, cualquiera que “solicite, demande o negocie” sexo de pago en la calle. “Lo que quieren es marginarnos, que nadie nos pueda hablar. ¿Cómo van a saber si estoy ayudándole a encontrar una dirección a un chico?”, se mofaba una transexual, latina, un poco más enterada sobre el cambio y que movía con efusividad su cabellera rubia. “Yo estoy empadronada en este barrio, estoy afiliada a la Seguridad Social, pago mis impuestos. ¿Cómo van a demostrar que soy prostituta?”, se preguntaba una compañera suya. “Todo esto es la doble moral de Barcelona. Somos putas y no podrán escondernos”, agregó una tercera
La calle de Robadors estaba más desierta. Una docena de trabajadoras sexuales se apoyaban contra los portales, a la espera de clientes. “Hoy ha sido una noche dura”, explicaba una mujer, rumana. Varios coches y agentes de la Guardia Urbana que patrullaban ni siquiera se detuvieron. Las chicas tampoco parecían inmutarse. “A ver que pasa en el otoño. Me preocupa”, aseguraba otra trabajadora, española.
El alcalde Trias explicó ayer que es consciente que la prostitución no se eliminará "de un día para otro", pero es que es necesario endurecer la normativa. "Damos un mensaje al mundo de que Barcelona no quiere ser la ciudad de la explotación sexual de las personas; es una idea que todo el mundo debe tener muy clara", aseguró. De acuerdo a la nueva ordenanza, si se mantienen relaciones sexuales en la calle la multa oscila entre los 1.500 y los 3.000 euros. Las trabajadoras sexuales pueden condonar la multa —de entre 100 y 300 euros por ofrecer sexo en lugares que estén cerca de centros educativos— si participan en cursos ofrecidos por la Agencia por el Abordaje Integral del Trabajo Sexual. Para el cliente, las multas se elevan a entre 1.000 y 1.200 euros.

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